Por Linda Valdez Zambrano
Desde los inicios de la psicología y de la fe se estudia el poder de la mente y de los pensamientos que fluyen de manera desbordada en ella.
Soy de aquellas que piensan que para desarrollar nuestro potencial es necesario descubrir el poder de nuestros pensamientos y palabras, pues si se logra controlar cómo se piensa, se podrá manipular cada área de nuestra vida. “Somos como un imán que atraemos lo que pensamos”, afirmó el escritor norteamericano Joel Osteen en su libro: Su mejor vida ahora.
Nuestros pensamientos son tan poderosos que afectan nuestras emociones, es decir nunca estará alegre si no tiene pensamientos alegres. Sin embargo, la tristeza es característica del estar vivo, la vida es difícil y en ocasiones suele arrojar al suelo, pero no es necesario quedarse ahí, puede levantarse, ganar la victoria en su mente y luego pisotear su problema.
Recuerda que los pensamientos en la mente humana son los que rigen el éxito o fracaso de una persona.
Para cambiar nuestra mente se requiere primero ver las cosas que no son como que son, mirar con los ojos de la fe. Esto significa que cuando se le esta cayendo el cabello por la quimioterapia, en vez de sentirse desanimado se visualice como una persona saludable. Lo segundo que debe hacer es asociarse con personas de éxito, como dice la Biblia “el que anda con sabios, sabio será”, si se mantiene en ambiente de victoria, será victorioso.
Les quiero animar a elevar su nivel de expectativa y a enfrentar sus problemas con una actitud de lucha, con la esperanza de que será prueba superada.